Dios siempre escucha cuando oramos
(Juan 11. 41-42). Jesús se presentó en el funeral de un amigo muy querido, lo único que ya este había sido enterrado, deliberadamente el Maestro no estuvo presente. Cuando Lázaro se enfermó, sus hermanas mandaron a llamar a Jesús pero Jesús, se quedó dónde estaba con los discípulos por más de dos días y les dijo a ellos: “Esta enfermedad no terminara en muerte" (11.4). Después dijo: "Nuestro amigo Lázaro duerme, pero voy a despertarlo"(11.11). Ellos no entendieron en ese momento lo que EL quería decir, así que Jesús finalmente les dijo: "Lázaro ha muerto"(11.14).